Cuco (Cuculus canorus)

El cuco es una ave migratoria de treinta y tres centímetros de longitud, que llega a las lagunas salitrosas en primavera, dejando de oír su monótono canto musical, cú-cú, emitiendo los machos para cortejar a la hembra y a la vez delimitar su terreno.

Es muy tímido y desconfiado dejándose ver menos que oír.
Una de las características del cuco es que no construye nido, depositando la hembra los huevos en los nidos de otras aves, principalmente paseriformes, y dentro de este orden suele depositar los huevos en el de una especie concreta, pero variable para cada hembra de cuco, pues suele escoger precisamente el ave que la crió a ella, cuando fue polluelo. Así que en el momento que es captado un nido con huevos, del ave deseada y en ausencia de esta, la hembra del cuco retira con su pico un huevo fuera del nido y a continuación deposita uno propio, confundiéndolo con el resto de los huevos.

Al cabo de doce o trece días el huevo del cuco eclosiona y en breves horas el polluelo empieza a moverse, queriendo arrojar fuera de sí todo cuanto se encuentra su lado y pegado al fondo del nido, pasa un ala bajo un huevo o bajo un recién nacido que le acompaña y lo coloca sobre su espalda con el fin de que al erguirse, el compañero caiga del nido y ser todo el alimento traído por los padres para él solo y exclusivamente. Pero a parte de este natural mecanismo de crianza, el cuco es una ave beneficiosa, pues destruye multitud de insectos y entre ellos las larvas de la temible procesionaria.

Es una ave migratoria, que pasa los meses invernales en climas más cálidos en busca de alimentos.
Fuera de la época de cría, es una ave más bien solitaria.