Hace unos días Ricardo nos dijo que había descubierto un pequeño tesoro, era una encina centenaria mucho más antigua que la del mirador, y nos pusimos en marcha. Aunque como vereis en el video no es nada facil de llegar y el camino iba desapareciendo poco a poco, y los miembros de la expedición tuvimos algún que otro percance, pero mereció la pena llegar.
Es muy parecido a una selva, sobre todo por el microclima que hay dentro, y la alta humedad, pero lo mejor es la encina de 3,56 centimetros de perímetro que según nuestras investigaciones podría tener más de 300 años.
También hay que destacar sus impresionantes brazos y su altura y aunque parezca que no tiene hojas incluimos una foto desde afuera para que se vea su copa. Para mantener un poco el misterio y la integridad de dicha encina los integrantes de la expedición no queremos desvelar ni la ubicación exacta ni el camino que nos llevó a dicho lugar....
(Para próximas expediciones preguntar por Ricardo)
Ese expedicionario llamado Ricardo, no tiene pinta de pasar hambre.
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