viernes, 6 de abril de 2012

De todo corazón

El corazón siempre ha ocupado un lugar privilegiado en nuestras emociones. Tengo el corazón contento o herido, me partes el corazón, no son expresiones tan triviales como en principio pudiera parecer. Durante mucho tiempo se ha atribuido su importancia a la realización de funciones tan básicas y vitales como el bombeo continuo de la sangre. Los científicos sin embargo están empezando a desenmascarar a este importante órgano, cuyo papel en el funcionamiento de nuestro cuerpo últimamente ha estado infravalorado en detrimento de la hegemonía del cerebro como ordenador central
Estudios reveladores demuestran que el corazón posee un sistema nervioso independiente que le otorga el poder de tomar decisiones y pasar la acción sin necesidad de consultar al cerebro. Es más, el corazón envía al cerebro más información de la que recibe pudiendo incluso llegar a activar o inhibir tanto sus funciones y como sus órdenes. De hecho genera un campo magnético más potente que otros órganos y detectable a varios metros.

La variabilidad de la actividad cardiaca activa mecanismos como la secreción hormonal y regula el funcionamiento de otros órganos. Una actividad continuada de bombeo acelerado y caótico producida por una exposición continuada a situaciones adversas, de estress o preocupación constante podrían, con el tiempo, derivar en enfermedad. 

Lo bueno es que tenemos el poder de invertir este proceso. Sensaciones de bienestar que experimentamos en nuestra vida cotidiana como el simple hecho cuidar de nuestro perro, disfrutar de un paseo agradable, conversar con amigo o el simple hecho de evocar recuerdos bonitos del pasado  regulan en cuestión de segundos su actividad, mejorando así el funcionamiento de nuestro cuerpo y, a la larga, nuestra salud. Si quieres hacer la prueba existen aparatos, fácilmente asequibles en el mercado, que miden nuestra actividad cardiaca y muestran mediante un gráfico como ésta varia en función de las emociones y pensamientos del momento.
Culturas como la hindú asocian longevidad con la respiración lenta y una actividad cardiaca regular. Una de sus corrientes de medicina tradicional, el Ayurveda, asegura que si nuestro cuerpo experimenta depresión o tristeza es porque no está funcionando bien. Con lo que se deduce que cuando funciona correctamente nos invade una sensación de felicidad. 
Sea como fuere, está claro que nosotros influimos en el funcionamiento de nuestro cuerpo. De hecho, ni por un segundo dejamos de hacerlo. Relájate y piensa en positivo; vivirás más.


Lecturas recomendadas.
http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120314/54267641495/annie-marquier-corazon-cerebro.html
http://www.amazon.com/Curación-emocional-David-Servan-Schreiber/dp/8499087698

SC

1 comentario:

  1. Es verdad hay que eschucar al corazon, dice mucho de nosotros

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