El pasado invierno el centro de los Estados Unidos y la parte Occidental de Europa presenciaron uno de los inviernos más crudos de los últimos veinte años con temperaturas extraordinariamente bajas e intensas nevadas. Según algunos científicos (1) esta anomalía se originó por la combinación de estos dos factores: el fenómeno de “el Niño” y una fase negativa de la circulación del Atlántico Norte (-NAO, siglas en inglés).
Sabemos que El Niño se caracteriza por el desplazamiento de aguas cálidas superficiales hacia la zona oriental del Pacífico tropical, perturbando el sistema atmósfera-océano, originando alteraciones climáticas en muchas partes del planeta (ver artículos anteriores sobre este fenómeno en esta misma sección).
La Oscilación del Atlántico Norte, a diferencia de la anterior (El Niño- Oscilación del Sur, (ENSO)), es un fenómeno solamente atmosférico producido por una fluctuación en la diferencia de presiones entre la zona anticiclónica de las Azores y la de bajas presiones de Islandia, que condiciona principalmente el clima de la Europa Occidental. El patrón dominante de estos últimos años ha sido el de una fase positiva (+NAO) caracterizada por el predominio de los vientos del oeste, cálidos y húmedos, que dan lugar a inviernos y veranos templados y lluviosos en el centro de Europa y costa oceánica, y, al mismo tiempo, una disminución de precipitaciones de nieve en los países escandinavos. Un ejemplo de esto son los frentes que afectan regularmente a la cornisa Cantábrica e islas británicas.
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con todo el frio que pueda haber hecho este año,segun organizacion mundial de meterorologia, el 2010 ha sido el tercer más calido desde el 1850 al menos!!
ResponderEliminarhttp://www.wmo.int/pages/mediacentre/press_releases/pr_904_en.html