domingo, 3 de febrero de 2013

Historia de un emigrante.

Hoy en día, y con los tiempos que corren, la gente se ve obligada a emigrar. Es sin duda duro, nadie piense lo contrario. Pero imaginaos hace 40 o 60 años, sin teléfono, avión, internet, móviles. Duras condiciones laborales y viajes eternos en barco o tren. Cartas que tardaban meses en llegar. Hubo una época en la que emigrar de España significaba irse, dejarlo todo, quizá para no volver jamás. Tú solo ante la adversidad. Este es nuestro pequeño homenaje a todos los que un día, maleta en mano, nos dijeron "adiós, volveré pronto". Como mi tío Pepín, mi tía Mercedes, mi padre Santiago y muchos otros de tantas y tantas familias.

 

sábado, 2 de febrero de 2013

Febrero...

-En febrero llama a obrero, a últimos que no a primeros.
-El 30 de febrero paga las deudas el trampero.
-En febrero busca la sombra el perro.
-En febrero loco ningún día se parece a otro.
-Febrerillo, mes loquillo.
-Febrero loco y marzo otro poco.
-En febrero, un día al sol y otro al brasero.
-Febrero y las mujeres, tienen en un día diez pareceres.
-En febrero, un día malo y otro bueno.
-Febrero, rato malo y rato bueno.
-Febreruco es loco, unas veces por mucho y otras por poco.
-Febrero, el corto, el peor de todos.
-Febrerillo el loco, un día peor que otro.
-Refranes que no sean verdaderos y febreros que no sean locos, pocos.
-Febrero, siete capas y un sombrero.
-Si no llueve en febrero no buen pan, ni buen centeno...